Esperanza
La luz de un cirio recién estrenado, teñía de naranja el altar de la pequeña parroquia del pueblo. Nada se oía.
El eco de las campanas pascuales, se había perdido entre los
gastados bancos y las voces alegres de mujeres, hombres y niños, guardaban
reposo en los hogares mientras el cura rezaba su último rosario.
En un rincón, la sombra temblorosa de un crucifijo se movía
sobre las viejas paredes, anunciando porfiada la esperanza.
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